sábado, 11 de febrero de 2012

Y que dediqué mi vida a perderte, cuando lo eras todo para mi. Y sé que no tengo derecho a echarte de menos, a reclamarte, porque ni siquiera te tuve nunca. Pero esto no puede acabar así. Esque no puede. Y te juro que odiaré toda mi vida a esa persona que tapió el agujero por el que solíamos atravesar el muro que había entre nosotros. Se me han abierto muchas puertas de repente, delante mío. Pero esque ninguna va a parar a tu lado. Y prefiero quedarme encerrada para siempre a cruzar una puerta en la que no ponga tu nombre.

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