jueves, 19 de enero de 2012

Y llega un día en el que te pones a recordar. Desde que eras pequeña a cada año que a ido pasando en tu vida, a cada momento importante, a cada recuerdo inolvidable, a cada sorpresa, a cada sueño cumplido, a cada meta alcanzada, recuerdas cuando ibas a la guardería, aunque de ahí no puedes recordar mucho, pero a base de fotos te haces ideas de lo que era tu vida ahí. Después esos años en parbulos, donde te pintabas la cara, hacías mascaras y jugabas a las cocineras con tus compañeras. Después esos años en el colegio, cuando ya eras un poco mas grande, entre 8 y 11 años, esos años en los que jugabas en los recreos con las que iban a ser tus amigas para siempre a la rayuela, a la comba, o simplemente a comeros el bocata sentadas en un escalón delante de la pista de fútbol del colegio. Ya después fuiste creciendo, pasaste al instituto y de ahí empezaron a venir novios, a salir amigos de tu vida, a entrar mejores, malas notas, al igual que buenas, castigos, salidas, fiestas, etcétera. Empezaste a creer que ya sabias muchas cosas sobre la vida, pero en verdad apenas sabias algo. Creías que por tener tu primer novio ya sabías lo que era la palabra amor, pero no. Pensabas que iba a ser como de pequeña, que cuando tropezabas con una piedra y llorabas, ahí estaba mamá o papá para ponerte una tirita y decirte la famosa frase de "sana sana culito de rana" pero no, cuando te haces mayor te das cuenta de que tienes que ir haciendo cosas por ti mismo, que tienes que ser responsable de tus actos, de tus errores, de todo lo que hagas, tienes que madurar. Y de ahí parte a que ahora tienes unos 14 años, y as tenido mil y una experiencia en tu vida, sabes mucho más que hace uno o dos años, as experimentado amores a distancia, amores sin amar, amores de apenas días, amores que te han echo daño, amores no correspondidos, te as dado cuenta de quienes son tus amigos y quienes no, de cuantas mascaras puede llegar a tener una sola persona, que quizás la persona que menos te esperas es la que mas te sorprende, que gente por los que tu darías la vida hoy te la han clavado por la espalda. Cada año que te haces más grande, vas aprendiendo cosas nuevas, que nadie es perfecto, que todos somos diferentes pero a la vez iguales. Te das cuenta de muchas cosas, y sobretodo de que si caes, puedes levantar sola, porque no te hace falta que nadie te levante, aunque nunca viene mal una ayuda.

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